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EL ÁCIDO FÓLICO Y LA ALOPECIA

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EL ÁCIDO FÓLICO Y LA ALOPECIA


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Publicado por Lindder

La pérdida excesiva y la falta de crecimiento capilar son un motivo frecuente de consultas dermatológicas tanto en mujeres como varones.

Al margen de marcadores hereditarios o trastornos del sistema inmune, la caída capilar generalmente está relacionada con factores externos que se pueden controlar. Uno de los más habituales, y que a menudo pasa desapercibido, son las deficiencias nutricionales, especialmente la carencia de determinadas vitaminas como la B9, o ácido fólico.

El ácido fólico es una vitamina B, el cuerpo lo usa para producir a diario células nuevas (piel, cabello y uñas) y es transportada a través del flujo sanguíneo. En el proceso de gestación el ácido fólico es esencial en la creación de tejidos en el bebé, por ello es suministrado de manera regular a mujeres embarazadas con la finalidad de prevenir posibles problemas como anencefalia o espina bífida, bajo peso o parto prematuro.

La forma natural de esta vitamina son los folatos, que la encontramos en una multitud de alimentos (verduras de hoja verde, espinacas, cítricos, legumbres, palta, brócoli y frutos secos), el cuerpo metaboliza el folato de manera inmediata y lo convierte en una forma activa de B9. El ácido fólico es la versión sintetizada del folato, y lo encontramos en suplementos. En ambos casos, el organismo absorbe el folato o ácido fólico y lo utiliza en el proceso de regeneración celular y del crecimiento saludable de los tejidos.

Por lo tanto, es importante mantener una dieta sana y equilibrada con los niveles adecuados de ingesta de ácido fólico. Así mismo, la introducción de cambios en la dieta o suplir estas carencias con suplementos de ácido fólico puede mejorar el crecimiento del cabello manteniéndolo fuerte y sano. Sin embargo, los niveles de ácido fólico y alopecia no siempre van de la mano. Si se sufre un tipo de calvicie severa, genética o autoinmune, es necesario consultar con un especialista y tomar una vía de tratamiento a base de fármacos como el minoxidil o el finasteride que, eso sí, se puede complementar con la ingesta regular de vitamina B.

Se puede concluir que para determinar un tratamiento adecuado, es importante conocer la causa de la caída capilar.